En un contexto escolar donde los conceptos de abstracción, expresión e interdisciplinariedad suelen estar poco conectados con la realidad, propuse a mi alumnado desviar el uso de un objeto tecnológico cotidiano —el robot cortacésped— para convertirlo en una herramienta de creación artística paisajística.
Así nació el proyecto TAGADA – Cortacéspedes de Apoyo al Dibujo de Agroglifos, fruto de una necesidad: vincular los aprendizajes técnicos, la expresión artística y la representación simbólica del territorio. Se apoyó en una pedagogía de proyecto concreta, colaborativa y gratificante, impulsada por estudiantes de un instituto agrícola de la especialidad Servicios a la Comunidad.
Lejos de las pantallas, esta iniciativa híbrida, sin embargo, movilizó ampliamente lo digital: piezas de Lego, diseño vectorial, cartografía GPS, inteligencia artificial, producción de vídeo… Esta alianza entre tecnología y naturaleza, entre precisión y creatividad, estimuló una atención sostenida y una participación voluntaria. TAGADA fue también una respuesta concreta a la necesidad de reconocimiento de jóvenes de zonas rurales, a menudo poco valoradas por el sistema educativo.
Aporte de lo digital:
El núcleo del proyecto residió en un uso creativo y alternativo de lo digital. El agroglifo se imaginó primero con piezas de Lego, luego se dibujó en papel, para posteriormente vectorizarse digitalmente o generarse mediante IA, y convertirse en instrucciones GPS ejecutadas por un robot cortacésped Husqvarna.
Este proceso implicó competencias digitales transversales: localización cartográfica, tratamiento de imágenes, vectorización, programación de trayectorias, grabación con dron, edición de vídeo, animación e incluso diseño sonoro.
Así, lo digital actuó como catalizador creativo, pero también como herramienta de método y rigor. Lejos de ser pasivos, los alumnos asumieron roles de autores, diseñadores, mediadores y documentalistas. Utilizaron Canva, Tinkercad, IAs generativas y un dron para las tomas aéreas. Todas estas herramientas reforzaron su concentración, autonomía e implicación en un enfoque anclado en lo real.
Relación con el tema de esta edición:
TAGADA ilustra plenamente el tema de esta edición: la atención del alumnado se captó porque el proyecto era concreto, original y cargado de sentido; su participación fue continua porque fueron a la vez diseñadores, protagonistas y embajadores.
Lo digital no fue un simple soporte, sino un lenguaje de mediación y de acción. Este enfoque experimental demuestra que una pedagogía activa, sensible y vinculada al territorio, enriquecida con herramientas digitales, puede generar un compromiso profundo, duradero y auténtico.
Síntesis y retorno de uso:
Concebido en otoño de 2024, el proyecto TAGADA se llevó a cabo de enero a marzo de 2025, implicando a todas las clases a las que imparto educación sociocultural y lengua: dos cursos de cuarto, dos de tercero, una clase de primero y segundo de Bachillerato SAPAT, así como dos clases de BTS. Todos trabajaron en torno a la pregunta: ¿cómo representar nuestro territorio de forma artística y ecológica, poniendo en valor nuestras competencias?
Tras sesiones de sensibilización sobre agroglifos, los alumnos experimentaron formas con piezas de Lego, esbozaron sus motivos en papel y luego los vectorizaron. El robot cortacésped “dibujó” finalmente la obra sobre la hierba de una parcela del instituto.
Este momento fue vivido como un punto de inflexión por los alumnos, que al principio se mostraron escépticos o burlones. La grabación con dron, el making-of realizado por los internos y la difusión de su proyecto en el concurso nacional “Dime Diez Palabras para el Planeta” reforzaron su sentimiento de logro.
La banda sonora fue compuesta en co-intervención con la asociación Arcadémie, que yo mismo fundé, al igual que la grabación de las voces de los alumnos, realizada en momentos informales con los internos (por la noche y los miércoles por la tarde).
El proyecto despertó el interés de Husqvarna Francia, que ahora contempla una colaboración para implementarlo a mayor escala. TAGADA tuvo un fuerte impacto en la autoestima del alumnado, su relación con el territorio y su comprensión de lo digital como herramienta de expresión y transformación del mundo. Actualmente se está estructurando para convertirse en un programa educativo nacional que combine ecología, tecnología digital, arte e inclusión.
Con motivo de la universidad de verano de Ludovia, 22ª edición, numerosos docentes y otros miembros de la comunidad educativa presentarán su experiencia con lo digital en torno al tema del año, «ATENCIÓN y PARTICIPACIÓN en clase & digital». Ludomag les ofrece un adelanto de estos talleres hasta el inicio del evento, el lunes 25 de agosto.
Salim Zein presentará el taller “TAGADA: Dibujar lo vivo con un robot cortacésped – un motor inesperado de atención y participación” en la SESIÓN DE APERTURA: SESIÓN DE APERTURA SOBRE EL TEMA DEL AÑO, el martes 26 de agosto por la mañana.
Encuentra todos los artículos sobre Ludovia#22 y todas las presentaciones de talleres en nuestra página dedicada.
Más información: www.ludovia.es