Del 22 al 24 de abril de 2024, la quinta edición de LUDOVIA#CH regresa a Yverdon-les-Bains. Con su tema « ¡Bienvenidos a la era de la (in)inteligencia artificial en la escuela? », esta edición plantea la cuestión del uso de la inteligencia artificial (IA) y más específicamente de las inteligencias artificiales generativas (IAG), como ChatGPT, Dall-E o Midjourney.
La explosión mediática de la inteligencia artificial (IA) y más específicamente de las inteligencias artificiales generativas (IAG), como ChatGPT, Dall·E, Midjourney, SwissGPT, Ernie Bot o incluso Google Bard, con su entrada impactante en los usos del público en general, han generado, en los debates recientes, una profunda reconsideración, tanto en términos de aprendizaje en particular como de educación en general, sugiriendo incluso posibles cambios en nuestra forma de pensar (Romero et al., 2023). En consecuencia, la definición y el papel de estas tecnologías en la escuela plantean interrogantes.
Al igual que el libro, la televisión o Internet, la IA genera numerosos cuestionamientos, a menudo teñidos de emociones, desde el miedo hasta la esperanza, y que afectan a todo el sistema educativo: « ¿Qué deben aprender los estudiantes hoy en día? », « ¿Por qué enseñar cuando las respuestas, aunque complejas, están a un clic de distancia? », « ¿Las inteligencias artificiales reemplazarán a los profesores en el futuro? », « ¿Deberíamos introducir el uso de las IAG en el aula? »…
Más allá de los miedos y fantasías, se trata de cuestionar la integración de la IA y especialmente sus usos en la educación. Esto concierne tanto a los profesores, invitados a considerar esta tecnología « como una herramienta pedagógica o como un objeto de aprendizaje » (Romero et al., 2023, p. 94), como a sus alumnos, que hoy en día cuentan con una nueva herramienta para aprender, o aprender mejor (Alexandre et al., 2023), y así responder a las restricciones de la evaluación escolar actual.
Además, las cuestiones éticas relacionadas con el uso de estas herramientas son predominantes en vista de los múltiples problemas sociales que plantean, entre la recopilación de datos, el respeto a la privacidad, pero también la explotación de esta información para otros fines, o incluso la falta de diversidad en los equipos de diseño que lleva a sesgos en el diseño algorítmico y a posibles reproducciones de desigualdades sociales, culturales y escolares (Collin y Marceau, 2021). En este sentido, el desafío es particularmente grande porque el potencial, especialmente en términos de « personalización », podría ser extremadamente alto, pero siempre está al borde del « control » y podría inclinarse fácilmente hacia un lado u otro (Boissière y Bruillard, 2021). Además, esto plantea por naturaleza otra pregunta: « ¿Cómo podemos seguir siendo una sociedad si hay demasiada diferenciación? ».
Hoy en día, mientras la comunidad científica se interesa cada vez más en el uso de la inteligencia artificial con fines educativos (Chen et al., 2022), algunas aplicaciones en el aula se están implementando, como el procesamiento del lenguaje natural para idiomas (Miras, 2019), robots para la enseñanza de la IA o incluso la exploración de datos para predecir el rendimiento de los estudiantes (Baker, 2022). Así, desde los sistemas de evaluación automática hasta las aplicaciones utilizadas para aprender idiomas en línea, la inteligencia artificial está ocupando un lugar cada vez más importante en el campo de la educación.
Finalmente, estas herramientas plantean la cuestión de la creatividad y su reconocimiento. ¿Es creativa una inteligencia artificial generativa? ¿Genera o apoya la creatividad? ¿Y debemos hablar de creatividad o de creatividad asistida (Ariani et al., 2023)? También plantean el problema de la colaboración, e incluso de la asociación existente, o no, entre humanos y máquinas, con la perspectiva de prestar una atención particular a la « preservación de la agencia humana » (Romero et al., 2023, p. 83). Esto plantea entonces la cuestión del derecho de autor y de la necesidad o no de citar las fuentes cuando se utiliza una IAG.
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